Interdivisional Mess - C1

Capitulo 1

5 am. Centro de Tokio

- “Pero serás perra… ¡al menos sácale una foto con el móvil!” – decía una voz a traves de un teléfono móvil
- Nanai… este me lo quedo yo para mi enterito… diiooooosss… acaba de salir de la ducha y no se ha puesto la toalla – comentaba babeando una figura que se sostenía en el aire.
- “Maldita seas Warsy… SACALE UNA MALDITA FOTO…”
- Vale vale… es una buena idea… algo así no puedo dejarlo solamente en mi retina… debe estar en mi álbum privado de trofeos.
- “Warsy, pero yo quiero una foto para mi… no me hagas ir allí para que te tire de los pelos…”
- Jarls… dioxmiodelamorhermoso – babeaba Warsaw pegando la cara contra el cristal de la ventana de la habitación del hotel que espiaba.
- “Oi! Perra, ¡al menos préstame atención que te estoy amenazando!” – le gritaba exasperada Yuki
- Lo siento Yuki-san, Warsaw-san acaba de descubrir que dios existe… y va a conocerlo en persona… - acto seguido Warsaw colgó el telefono.
- AAAAGGGGGHHHHH!!!! – Yuki lanzó el teléfono contra la pared que estuvo a escasos centímetros de impactar contra un shinigami de pelo azul.
- Woah! Otra carga mas al presupuesto de desperfectos… - murmuró Kaze observando los restos de teléfono esparcidos por el suelo. – ¿Que ha hecho ahora War?
- Asuntos de mujeres… - le espetó Yuki aun enfadada a su capitan.
- ¿Otra vez está espiando?
- A un tio wenorrisisimo y no quiere hacerle una foto para que pueda verlo… Warsaw es el mal… Al menos esta vez me he adelantado a ella… - anunció Yuki con una sonrisa malévola
- ¿Uh?
- ¡¡¡NO ESTÁ!!! ¿PORQUE NO ESTÁ? – Warsaw buscaba frenéticamente en los pliegues de su Haorí el pequeño globo que contenía un gigai portátil – estoy segura de haberlo guardado…awww… ¿porqué?… no puedo haberlo perdido… no… no wenorro-kun… espérame… no… ¡¡¡¡ahggg!!!! ¡Ya no está en la habitación! NOOOO… - lloraba Warsaw buscando por los alrededores. Pero nadie podía oírla. ¿O si?



- bofs… pero que jaleo a estas horas de la madrugada… - murmuraba un joven de aspecto desaliñado cargando con un par de bolsas de la compra que comenzaban a gotear un líquido oscuro.
- Agh… Maldición… y encima el helado comienza a derretirse… ¿Porqué tengo que ir a buscarle helado a la capitana a las 5 de la madrugada? No es justo… luego se encierra en su habitación y se lo come a escondidas sin darle nada a nadie…
- ¿Por qué hablo solo? – le preguntó el chico a un gato que lo observaba con unos ojos brillantes
- “Beeep Beeep Beeep” – algo comenzó a emitir un quejumbroso pitido en el interior del bolsillo del chico que dejo las bolsas en el suelo y hurgó en busca del emisor de aquellos intentos de tono
- Encima un Hollow… menuda noche que se plantea…


- “Bip, bip, bip…”
- De acuerdo… todos los detectores en posición. – El shinigami se colocó bien las gafas y estiró la bata de laboratorio que cubría el oscuro atuendo que llevaba.
- “Recibido Kunichiyo, iniciamos la triangulación” – informó la voz del teniente J.L.Maxwell distorsionada por el altavoz que transmitía sus palabras.
Kunichiyo pudo contemplar como la vara metálica que acabada de colocar en la azotea de ese edificio comenzaba a emitir leves pitidos conforme se encendían los indicadores.
- “Kunichiyo, estate alerta parece que ha aparecido un hollow cerca de tu posición. Ya hemos informado al shinigami asignado a esta zona, pero no bajes la guardia” – advirtió otra voz desde le centro de operaciones.
- Recibido Kan, por favor avisadme de cualquier otro cambio que detectéis.
- “Roger”

Kunichiyo se sentó entre las antenas parabólicas que poblaban la azotea y alzó la vista al cielo. Las nubes que ocultaban el cielo nocturno parecían anunciar una lluvia inminente y desde su elevada posición podía avistar algunos leves destellos en el horizonte.


- ¿Que tal va el escáner de partículas espirituales?
- ¡Taicho! – exclamó Kan sobresaltado por la inesperada aparición de Soki. – Bien… bien… los resultados son normales por el momento.
- Entiendo. – Soki sacó un caramelo de uno de sus bolsillos del traje. Tras asegurarse que no se trataba de uno de sus caramelos somniferos lo desenvolvió con cuidado y sentándose en una silla libre de la consola de mandos se lo llevó a la boca.
- ¡MALDICIÓN! – exclamó de repente volcándose sobre el panel de mando.
- ¿Qué sucede taicho? – se acercó Maxwell revisando las pantallas que tenia enfrente su capitan.
- El caramelo… era de limón.


- ORREEEAAAAA!!!!!! – La zampakutoh de Warsaw  no tuvo dificultad para atravesar la defensa del hollow que ahora desaparecía al haber sido purificado. – ¡Oi, no te mueras aun! ¡Por tu culpa no he podido encontrar a wenorro-kun y aun sigo enfadada!
- Me da a mí que ya no te va a hacer mucho caso. – informó una voz tras Warsaw. Está rápidamente reaccionó encarándose a la voz.
- Hmmm?. – La mirada de Warsaw casi apuñala al shinigami que sentado sobre un buzón de correos observaba la escena.
- Woa… si las miradas matasen con esa habrías arrasado ciudades.
- ¿Quién eres?, Está es MI zona de patrulla, tanto los hollows como los tios buenos de esta zona son MIOS.
- Tranquila que no tengo interés por ninguna de las dos cosas que has nombrado, por mi puedes quedarte incluso los de fuera de esta zona. Soy Kaiden de la División 13. Eres Warsaw ¿no? La 5º oficial de la 11.
- ¿División 13? ¿Y que haces por aquí? O lo que es más importante, ¿como sabes mi nombre? ¿y mi rango? ¿Eres de mi club de fans? ¿te envia Yuki? ¿Cuál es la clave de la caja fuerte?– interrogó la shinigami recelosa de guardar su zampakutoh.
- Pues… tu nombre me suena de las fiestas que organiza la taicho, motivo también por el cual estoy aquí. Del resto… no me he enterado ni de la mitad – informó el shinigami con una media sonrisa de resignación.
- ¿Ela me ha vuelto a invitar a una fiesta? – La mirada de Warsaw dejó de lanzar puñales y relámpagos y comenzó a emitir estrellitas de felicidad.
- Eh… No exactamente… La taicho me mandó a que le comprase algo de helado.
- ¡Helado! – interrumpió la pelirroja – es justo lo que necesito, ¿donde lo tienes?
- Lo dejé un par de calles atrás en el Gigai, espero que no me haya tocado un gikongan glotón…
- Vamos, te dejo que me invites a ese helado
- Oye… no he dicho nada de dejarte el helado de la cap. – la mirada de warsaw informó que no se trataba de una oferta si no mas bien un atraco a mirada armada. – Mi helado es tu helado… - suspiró el shinigami pensando en donde podria comprar otras 2 tarrinas de 2 litros de chocolate triple.


- Kuni, el medidor 3B está mal calibrado acércate a revisarlo. – Maxwell esperó pacientemente mientras observaba como la pantalla que reflejaba el flujo de ondas se disparaba saliéndose de las tablas.
- “Aquí Kunichiyo, estoy en el medidor 3B, todo parece funcionar normalmente.” – la voz del shinigami resonó en la sala de investigación.
- Las lecturas se salen de las tablas. Debe haberse cambiado el umbral de detección, recalíbralo a 250 unidades.
- “Está a 250 unidades, todos los parámetros son normales”
- Kuni, baja el umbral a 150 y amplia el ratio a 1400 unidades – ordenó Soki mientras jugueteaba con uno de sus caramelos entre los dedos.
- “¿Taicho?, ¡Enseguida!” – las tablas comenzaron a bailar cuando el shinigami comenzó a modificar los parámetros. – “Recalibrado completo taicho”
- Aun debe seguir mal, estas medidas no son normales… - Maxwell comenzaba a disgustarse por el mal funcionamiento del instrumental pero Soki permanecía pendiente ante las oscilaciones de las tablas.
- Taicho, el medidor 5C y 2D están reaccionando de forma extraña. – informó Kan
- También el 1F y el 2A – Anunció Krayst
- Es una escalada… - murmuró Soki. – Kunichiyo, sal del perímetro inmediatamente.
- “Enseguida taicho, recogeré los medidores y…”
- ¡INMEDIATAMENTE! – la orden sobrecogió a los presentes en la sala que quedaron paralizados.

En ese momento todos los indicadores volvieron a cero. Soki aguantó la respiración. Los segundos pasaron en silencio prolongándose como años. Lo que el capitán de la duodecima división había previsto se manifestaría inminentemente y a pesar de desconocer de que se trataba, todos supieron que no seria un leve incidente al ver como el caramelo se escurría entre los dedos de Soki para caer al suelo quebrándose como el cristal.